La agencia de la ONU para la infancia (UNICEF) denunció ayer que el tráfico de niños afecta cada año a 1.200.000 menores, lo que constituye una «crisis global» a la que es preciso poner coto.
En un informe, UNICEF afirma que al menos 500.000 mujeres y muchachas son introducidas cada año ilegalmente en Europa, la mayoría procedentes de países del Este, y que 200.000 niños son «exportados» desde Africa Occidental.
El tráfico de menores es un negocio en alza para las bandas de delincuentes, que reporta al año unos 8.500 millones de euros de beneficios, dice el documento, titulado «Fin a la explotación de niños».
Según el informe de UNICEF, en los últimos tres años se ha producido un aumento del 20 por ciento en el número de menores que se prostituyen en Tailandia, mientras que en China alrededor de 250.000 mujeres y niños son víctimas del tráfico.