EFE-SINGAPUR
Las siamesas iraníes Ladan y Laleh Bijani murieron ayer en el
quirófano de un hospital de Singapur con poco tiempo de diferencia,
justo después de que fueran separadas.
El director ejecutivo del hospital Raffles, Lou Choon Yong, informó de que las dos «han muerto durante la operación debido a la gran cantidad de sangre que perdieron». Los corazones de las dos hermanas, que llevaban veintinueve años unidas por la cabeza, dejaron de latir con una hora y media de diferencia. El médico señaló que la intervención, que empezó el domingo pasado, presentó las primeras complicaciones el lunes cuando detectaron que el riego sanguíneo en los cerebros de la siamesas era inestable.
«Nos planteamos la posibilidad de detener la operación y llevar a las pacientes a una unidad de cuidados intensivos», dijo Yong.
Pero añadió que la detención de la intervención en el estado avanzado en el que se encontraba -la división de la masa cerebral ya había comenzado- no garantizaba la supervivencia de las siamesas.