El barómetro del CIS de mayo, presentado ayer en el Congreso por el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, también pregunta por los problemas que más preocupan a los españoles, la situación política y económica, la visita del Papa y la neumonía atípica. Los resultados del sondeo sobre inmigración no difieren demasiado de la encuesta realizada el verano pasado, cuando el 60% de los españoles opinaba que había una conexión entre inmigración y delincuencia y el 84% apostaba por limitar la entrada a los extranjeros con trabajo.
Frente a la mayoría de ciudadanos que exigiría contrato a los inmigrantes, según el sondeo realizado a finales del mes pasado, sólo un 7,5% permitiría la entrada de trabajadores inmigrantes sin ningún tipo de obstáculo legal y un 2,6 prohibiría por completo su llegada. Aunque el 53,1% opina que en España se necesitan trabajadores inmigrantes y no llega al 34% el grupo que considera que no, el 47,8 dice que los extranjeros son ya «demasiados», frente al 40,1 que cree que son «bastantes».
En las preguntas habituales del barómetro, el paro se mantiene como el principal problema para los españoles, seguido del terrorismo y de la inseguridad ciudadana, mientras que la preocupación por la vivienda ha aumentado hasta situarse como el cuarto problema citado por los españoles.