EUROPA PRESS-OVIEDO
El presidente de Brasil, Luiz Inàzio (Lula) da Silva, fue
galardonado ayer con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación
Internacional al considerarle titular «de un admirable pasado de
lucha por la justicia» y como «impulsor de unas actitudes políticas
llenas de buen sentido y el símbolo de una gran esperanza».
El ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo, como miembro del jurado, expresó ayer el reconocimiento del tribunal no sólo a la trayectoria política y personal de Lula en defensa de los trabajadores y la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la corrupción «que tanto han hecho sufrir a los desheredados de su país y del mundo en general», sino también la voluntad de cooperación entre países.
Según el jurado, esta voluntad se ha expresado por el esfuerzo en establecer puentes de cooperación entre los países del Cono Sur, entre América y Europa, proponiendo un Foro Internacional de lucha contra el hambre.
Además con el Premio se ha querido destacar su esfuerzo por hacer una «política con el corazón», lo que le ha permitido llevar la esperanza a un continente cuyo desarrollo resulta decisivo para el resto de la humanidad. Asimismo, a Lula se le considera «una referencia moral mundial» por su compromiso con los más necesitados.Lula da Silva nació en 1945 en el seno de una familia numerosa y analfabeta, trabajó durante su infancia para contribuir a la economía familiar. En 1980 fundó el Partido de los Trabajadores (PT), con el que llegó a la presidencia del país el 27 de octubre de 2002 con la promesa de convertir el hambre y el paro en prioridad absoluta de su Gobierno.