El vicepresidente primero y portavoz del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer la remisión a las Cortes de la nueva reforma de la Ley de Extranjería para su tramitación parlamentaria. La Ley, que garantiza el catálogo de los derechos de los extranjeros en nuestro país, tiene como principales objetivos la simplificación de los trámites administrativos, la lucha contra la inmigración ilegal y la rdenación de los flujos migratorios. El PSOE manifestó su disposición al diálogo «pese a que el Ejecutivo haya planteado la reforma sin un consenso previo».
El texto se remite al Parlamento después de haber recibido el visto bueno del Consejo de Estado respecto a la constitucionalidad del mismo. Este órgano además ha valorado positivamente la transposición al Derecho interno de tres Directivas de la Unión Europea y ha destacado el informe favorable de la Agencia de Protección de Datos al nuevo texto que regulará la extranjería en nuestro país.
Básicamente, la nueva norma, para cuya tramitación parlamentaria se ha solicitado el procedimiento de urgencia, pone el acento en la mejora de la gestión de los trámites administrativos, simplificándolos, con el objeto de favorecer a aquellas personas que quieren acceder a España con la documentación en regla y evitar, paralelamente, la comisión de actos fraudulentos por parte de mafias y desaprensivos. Además, el Proyecto de Ley establece una serie de medidas para luchar contra la inmigración ilegal, fundamentalmente unificando criterios para las repatriaciones.