La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) exigió ayer en un comunicado que haya más control e identificación de las grasas que se utilizan en alimentos «de gran consumo», tras un estudio que ha publicado en su revista OCU-Salud.
En dicho estudio se ha analizado la naturaleza de las grasas utilizadas en 50 productos alimenticios entre los que se encuentran aperitivos, bollerías y repostería o galletas.
El indicativo de grasas vegetales que usan los fabricantes «no es garantía de grasa cardiosaludable para el consumidor».
El estudio asegura que sólo una cuarta parte emplean aceites cardiosaludables, mientras que en la mayor parte del resto de productos se usa la grasa de palma, que «presenta niveles elevados de ácidos grasos saturados, muy poco aconsejables» para la salud y se asegura que su «popularidad» deriva «de su bajo coste».