EFE-BAIKONUR
El cosmódromo ruso de Baikonur, en Kazajistán, acogió ayer por la
noche el lanzamiento del cohete Soyuz-Fregat que trasladará la
misión «Mars Express», primera de la agencia espacial europea al
planeta rojo.
El lanzamiento del cohete puso en trayectoria hacia Marte un vehículo espacial que cubrirá los 55 millones de kilómetros que lo separan de la tierra en siete meses, si todo transcurre sin incidentes.
Además del amplio dispositivo ruso que se pone en marcha en cada lanzamiento de estas características, hasta Baikonur se desplazaron una delegación integrada por medio centenar de personas, representantes de la Agencia Europea del Espacio (ESA), de las principales empresas y científicos responsables de los instrumentos que transporta «Mars Express».
Entre ellos, el director de Investigación y Apoyo Científico de la ESA, el español Alvaro Giménez, quien subrayó que la misión es un reto «tecnológico, científico y cultural» para Europa, y dijo que estar en condiciones de enviar un vehículo a Marte, como estadounidenses o japoneses, «es ya un éxito para Europa».
El objetivo primordial de esta misión es investigar la posible existencia, pasada o presente, de vida. El lanzamiento fue seguido desde el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de Darmstad (Alemania), ya que éste asumió el control de la misión una vez efectuado con éxito el despegue.
Responsables de la ESA han destacado que éste es el primer ejemplo del nuevo estilo que pretende imponer la Agencia, con proyectos que se ejecuten con mayor rapidez y con un menor coste, y han observado que el importe global de «Mars Express» (unos 300 millones de euros) es muy inferior al de otras misiones.