La Unión Europea (UE) aprobó ayer un mecanismo de prohibición para que los medicamentos esenciales que son vendidos a bajo precio a los países pobres para luchar contra el sida, la tuberculosis y la malaria no sean reintroducidos en el mercado europeo.
El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, indicó en una rueda de prensa que la Comisión Europea y la industria farmacéutica «hemos llegado poco a poco a la convicción de que nos hacía falta una legislación europea destinada claramente a prohibir la reimportación de medicamentos sujetos a precios rotos».
Los fabricante farmacéuticos de los países industrializados deben tener la seguridad de que el importante volumen de productos que proporcionarán al tercer mundo a precios reducidos deben permanecer en el lugar al que son destinados y que no regresarán a los mercados donde su precio es más alto, consideró Lamy.
La nueva normativa prohíbe que se desvíen a la UE los medicamentos que se venden a precios reducidos a 76 países, que son los menos avanzados, están especialmente afectados por el sida y que en su mayor parte no disponen de capacidad para producir de manera local los medicamentos que necesitan.
Los medicamentos, tanto patentados como genéricos que se beneficien de este sistema de protección deben ser inscritos en una lista para lo que deben cumplir dos condiciones.