Una división de la multinacional farmacéutica Bayer vendió en los años 80 en Asia y Argentina un medicamento coagulante que elevaba el riesgo de transmisión del sida mientras comercializaba un producto nuevo, más seguro, en Europa y América del Norte, según publica ayer el diario «The New York Times». El rotativo informa de que la división, Cutter Biological, quiso deshacerse de grandes cantidades de este producto que era cada vez más difícil de comercializar en los mercados de EE UU y Europa, según documentos internos de la empresa.
Cutter vendió el viejo producto después de febrero de 1984 en Argentina, Hong Kong, Taiwán, Malasia, Singapur, Indonesia y Japón, agrega el diario, que añade que la empresa también procuraba ahorrarse el dinero cumpliendo varios contratos con el producto viejo, que era más barato de producir que el nuevo. «Estos son los documentos internos de una industria farmaceútica más incriminatorios que he visto», dijo el médico Sidney Wolfe, que como director del Grupo de Investigación de Salud Pública Ciudadana de EE UU ha investigado las prácticas de la industria durante tres décadas.Por su parte, Bayer niega que hubiera vendido con conocimiento de causa este producto. Asegura que Cutter se comportó «responsable, ética y humanamente» en la venta de viejos productos al exterior, y agregó que lo hizo porque algunos clientes dudaban sobre la efectividad del nuevo medicamento, porque algunos países aprobaban muy lentamente su venta, y porque la escasez de plasma impedía la producción masiva de la nueva medicina.