La rotura de un paquete destinado al Instituto Nacional de Toxicología y con una inscripción que alertaba de que contenía legionella provocó ayer la alarma en una empresa de mensajería situada junto a Mercamadrid, a la que acudieron policías especializados en contaminación química y bacteriológica.
Según explicaron fuentes policiales, el paquete contenía un envase con agua procedente de un barco para ser analizada por si pudiera contener bacterias de legionella, pero la intervención de los efectivos de la unidad NBQ de la Policía (especializados en productos químicos y tóxicos) no fue necesaria ya que no se rompió, por lo que su contenido no se derramó.
Según las mismas fuentes, el envase estaba precintado y no sufrió daños, aunque el paquete que lo contenía, y que llevaba la inscripción «¡Ojo! contiene legionella», sí se rompió y estaba mojado. La muestra había sido remitida por una Subdelegación del Gobierno, que las fuentes no concretaron.