El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, aseguró ayer que el Ejecutivo catalán recurrirá el decreto que desarrolla la ley de Calidad en la Enseñanza y que prevé doblar las horas lectivas de castellano en primaria. Según argumentó, esta normativa se enmarca en una política de «regresión autonómica» que atribuyó al Gobierno central y a la que invitó a «oponerse rotundamente».
Pujol advirtió de la necesidad de «oponerse también políticamente», por lo que estimó cruciales «los resultados electorales, porque si el PP revalida su mayoría absoluta, nos resultará muy difícil» frenar esta deriva «hacia planteamientos muy unitarios, centralizadores, homogéneos y anticatalanes muchas veces».
Pujol advirtió que «podemos tardar dos meses, dos años o cuatro, pero conseguiremos que la política española se vuelva a orientar hacia el reconocimiento de Catalunya como una nación con su lengua, que no puede ser arrinconada otra vez, y con sus instituciones, con plenitud y no con este poder que le quieren ir recortando».
El presidente aseguró ser «corredor de fondo» y señaló que, tras su larga trayectoria política, no le «asusta que en un determinado momento la fuerza hostil vuelva a ser dominante en Catalunya y España». Pujol lamentó que algunas de las decisiones que emprende el Ejecutivo central se «basen en el no respeto al espíritu con el que se hizo la Constitución y en la falsedad.