Un grupo formado por unos diez familiares de enfermos consumidores de Bio-Bac se encerraron al mediodía de ayer en la iglesia de las Maravillas de Madrid, informó la vicepresidenta de la Asociación de Consumidores de este producto, Carmen Morán.
A la puerta de esta iglesia, añadió Morán, permanecen otras 20 personas, entre familiares y enfermos. «Estaremos encerrados el tiempo que sea necesario hasta que nos den una solución, ya que hay mucha gente a la que se le ha acabado el Bio-Bac y están poniéndose peor; queremos que nos devuelvan el producto para tomarlo, como fórmula magistral o de la manera que sea», dijo Morán.