EFE - MILAN
Nada es definitivo y menos cuando anda de por medio un buen puñado
de dólares, como lo demostró ayer la cotizada modelo Naomi
Campbell, que desfiló en la pasarela de Milán con exclusivas
pieles, tras haber abominado públicamente de ellas en varias
ocasiones, participando además en campañas publicitarias contra su
uso en el mundo de la moda. Hace casi diez años, Campbell, junto a
otras «top model» del momento, prestó su imagen a la Liga italiana
contra la vivisección para los carteles de una campaña titulada
«mejor desnuda que con pieles».
Desde entonces apenas sí se había atrevido a vestir algunas prendas animales muy concretas de Fendi y Dolce & Gabbana, pero ayer rompió de lleno su viejo compromiso y desfiló para la casa Simoneta Ravizza, que tiene en la piel su punto de referencia. La «Venus negra» abrió y cerró el desfile con otra aparición intermedia, en las que lució un abrigo de piel de conejo, un chaquetón militar con cola de zorro y un largo abrigo de marta, que se transforma en tres cuartos gracias a una cremallera.
A cambio, la conocida también como «diosa de ébano» se embolsó, según la propia firma de modas, 20.000 dólares y otros 4.000 para gastos, además del alojamiento en un lujoso hotel de la capital lombarda y el abrigo de marta que exhibió en la pasarela. Aquellos que trataron de profundizar en el cambio de parecer de Naomi Campbell sobre la oportunidad de vestir pieles obtuvieron la callada por respuesta, ya que la modelo les dio esquinazo y no se presentó a su cita convenida con la prensa. Como dice el dicho, «quien calla, otorga» y ahora es de esperar la reacción de los defensores de los animales.