OTR/PRESS-ALMERIA
Un niño de 20 meses se quedó el lunes encerrado durante una hora en
la guardería Kinder situada en la calle Bruch de Almería capital.
La tía acudió sobre las 15.15 horas a recoger al niño pero le fue
imposible porque el centro estaba cerrado a pesar de que quedó al
cuidado del mismo a primera hora de la mañana.
Un dotación policial acompañó a la hermana de la madre hasta la guardería, y ante la imposibilidad de localizar en esos momentos a responsables y empleados de la misma y al oírse desde el exterior los llantos de un niño se forzó una ventana y se penetró al interior de establecimiento. El menor estaba atado a una tumbona de dormir con las correas de seguridad.
Las fuentes policiales han indicado que posteriormente se localizó a la responsable y a una empleada de dicha guardería, a las que se tomó declaración, y se remitieron las diligencias instruidas al Juzgado de Guardia.
La directora de la guardería, Ana León Zamora, ha asumido la responsabilidad y ha achacado esta circunstancia a «un fallo humano». No obstante, ha atribuido a los padres y familiares del bebé el hecho de que «no se ponen de acuerdo en el horario de salida del niño y cada vez viene una persona distinta a recogerlo».La responsable del establecimiento dijo encontrarse «muy nerviosa por el susto del niño y por el escándalo que se está liando» e insistió en que «ha sido un fallo nuestro, un fallo humano».
Según relató, el pequeño «debería haber salido sobre las 14.00 horas, por lo tanto, cuando se cerró la guardería no nos dimos cuenta de que quedaba un niño dentro», ya que el centro «se cierra cuando se van todos los niños».
Con respecto a la situación en que se encontraba el bebé, la directora de la guardería explicó que «se quedó dormido en su carrito con su cinturón». En cualquier caso, repitió que «estas cosas se hablan porque no hay que dar lugar a este escándalo». La directora dijo que «no habíamos tenido un fallo de este tipo en los siete años que lleva abierta la guardería» y añadió que «estamos recibiendo el apoyo de todos los padres» que confían sus hijos al establecimiento.
La Junta de Almería, que ha calificado los hechos de «negligencia y descuido imperdonable», aseguró que habrá una investigación policial para averiguar las circunstancias en la que ha concurrido el hecho y actuar en consecuencia.
La madre está dispuesta a llevar hasta el final acciones contra el establecimiento «para que esto no vuelva a pasar, no en ésta sino en ninguna otra guardería de España».