El número de católicos en el mundo ascendía en 2001 a 1.061 millones, trescientos millones más que hace 25 años, según datos del Anuario Pontificio de este año, que le fue entregado ayer al Papa.
El continente africano es el que acapara el mayor porcentaje de nuevos católicos, con un incremento del 148 por ciento, seguido de Asia, América y Oceanía, mientras que en Europa se mantiene estable.
Este aumento de los bautizados siguiendo el rito de la Iglesia de Roma contrasta con el descenso que se sigue registrando entre los sacerdotes, que en 2001 eran 405.067, 111 menos que el año precedente.
No obstante, el Anuario señala que los aspirantes al sacerdocio o seminaristas se incrementaron en ese periodo de los 110.583 a los 112.244, respectivamente.
Las personas globalmente empeñadas en actividades pastorales de la Iglesia católica ascienden a 4.270.069, de los que 4.649 son obispos, 792.317 religiosos de diversas órdenes, 139.078 misioneros laicos y 2.813.252 catequistas.