REUTERS-ROMA
El Papa Juan Pablo II pidió ayer el fin de la violencia «fratricida
y sin sentido» en el Oriente Medio y la búsqueda de soluciones
pacíficas a todas las tensiones que amenazan el mundo. El
llamamiento del Papa por la paz en Año Nuevo se produjo en momentos
en que el presidente estadounidense, George W. Bush, encabeza una
nueva campaña por conseguir apoyo para una posible guerra contra
Irak. «Contra los conflictos de hoy y las tensiones amenazantes del
momento, una vez más invito a la oración para buscar medios
pacíficos de resolver» los conflictos, dijo el Papa durante su
homilía, en una jornada en que la Iglesia Católica celebra el Día
Mundial de la Paz.
Este año el Pontífice de 82 años, con aspecto cansado pero hablando con voz clara, presidió en vez de oficiar la misa en la Basílica de San Pedro, ya que eso habría precisado mantenerse de pie y moverse durante varias horas. El Papa no hizo referencia específica a la situación en Irak, pero el Vaticano ha enfatizado que cualquier ataque contra ese país debe contar primero con la aprobación de las Naciones Unidas.
El Pontífice hizo un llamamiento especial a que se ponga fin a la violencia que se ha desatado en Oriente Medio y Tierra Santa. «La situación persistente y dramática en la región de Oriente Medio precisa con mayor urgencia la búsqueda de una solución positiva al conflicto fratricida y sin sentido que ha estado ensangrentándola durante demasiado tiempo», dijo el cabeza de la Iglesia Católica.
Hoy, como en el pasado, a pesar de graves y reiterados intentos de romper la paz y la armonía de pueblos que viven unidos, la paz es posible y necesaria», dijo, provocando un aplauso poco usual en la basílica de San Pedro. La Iglesia Católica conmemora su Día Mundial de la Paz cada 1 de enero. Este mes, el Papa envió un mensaje del Día Mundial de la Paz a los gobiernos y organizaciones internacionales, instando a los líderes del mundo a resolver la explosiva situación del Oriente Medio, diciendo que tendrían que rendir cuentas por sus acciones.