El Obispado de León decidió «no autorizar» la boda de Andrés Mayo, conocido como «violador del chándal», quien fue condenado a 106 años de prisión, se encuentra en libertad condicional y tenía previsto casarse hoy con Sara G.M. en la capital leonesa. Así lo confirmó ayer el vicario general del Obispado, Pascual Díez Escanciano, quien explicó que se determinó no autorizar la boda, que tenían previsto celebrar hoy en la iglesia de San José de las Ventas de León, por «circunstancias que concurren en ambos contrayentes».
El vicario, sin precisar qué circunstancias impiden el matrimonio porque pertenecen «al ámbito privado» de los contrayentes, sí descartó que el motivo fuera la condena de 106 años de prisión por delitos de agresiones sexuales, dictada por la Audiencia Provincial de León.