Los marineros de la ría de Arousa manifestaron ayer su indignación por tener que hacer frente a las primeras manchas de fuel con sus propias manos ante la falta de medios, pese a haber solicitado hace más de quince días barreras de contención. Además criticaron las únicas medidas que se han adoptado en la zona: unas barreras que se colocaron el lunes junto al puente de la isla de A Toxa, que en su opinión son absurdas porque protegen una zona de la ría muy interior y porque han provocado daños en zonas marisqueras.
«Muy grave, indignante y tercermundista». Así calificó el patrón mayor de O Grove, Francisco Iglesias, la situación creada en la ría de Arousa. Según informó, desde primeras horas del día marisqueros y marineros están en el entorno comprendido entre O Pombeiro y Sálvora, para hacer frente a las pequeñas manchas de fuel que ya se han comenzado a detectar en el agua.
Sobre la posibilidad de que haya fugas de fuel del petrolero, el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, afirmó que las primeras imágenes del batiscafo francés «no son concluyentes» para determinar el estado de solidificación del combustible. Matas afirmó que las previsiones del viento para los próximos días son favorables para alejar de la costa gallega las manchas de fuel.
El conselleiro de Medio Ambiente, Carlos del Alamo, aseguró que, por el momento, todos los espacios naturales están «absolutamente a salvo» del fuel. Hasta el momento se han recogido 773 aves afectadas por el combustible del 'Prestige'. Tras alcanzar las Rías Baixas, el vertido amenaza Pontevedra y Vigo, donce ya se han detectado restos de fuel. La segunda marea negra sigue llegando a los municipios de la Costa da Morte, especialmente a Muxía, y Carnota, donde 30 kilómetros de costa se vieron afectados, mientras que en A Coruña se han registrado cinco nuevas playas contaminadas.