La situación en Galicia puede empeorar sensiblemente este fin de semana si el viento no cambia de rumbo; algo que en principio no se espera. La segunda marea negra, procedente del vertido del «Prestige» en el momento del hundimiento, podría llegar a la Costa de la Muerte este fin de semana, pues en estos momentos se encuentra a unos 22 kilómetros frente a Finisterre. El conselleiro de Pesca de la Xunta ha advertido a la población que debe prepararse «para lo peor», porque esta segunda catástrofe puede ser mayor que la primera. En las Rías Baixas se aguarda la evolución de la mancha. Además en toda Galicia se han desplegado 25.000 metros de barrera flotante.
La única esperanza de que la Costa de la Muerte se libre de un segundo desastre ecológico está puesta en el comportamiento de las corrientes, que tal vez podrían empujar la mancha hacia el norte. Sin embargo, la previsión del viento es del oeste o noroeste y ya está empujando el vertido en dirección a la costa. De momento está a 22 kilómetros de tierra.
El conselleiro de Pesca de la Xunta de Galicia, Enrique López Veiga, adelantó que este fin de semana y la semana que viene van a ser complicados para la costa gallega y apuntó que hay que esperar «algo peor» que lo que ocurrió con la primera. Tras el Consejo de Ministros, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro portavoz, Mariano Rajoy, no avanzó datos sobre la magnitud de la mancha, ya que «va cambiando con la marea».
Sin embargo, adelantó que se espera que afecte a las mismas áreas perjudicadas por la primera marea negra, un dato que, de resultar así, agravará aún más la situación en la Costa de la Muerte, pero que dejaría sin contaminar las Rías Baixas. Donde la situación sí está empeorando es en Ferrol, donde han llegado nuevos restos de carburante. La contaminación se ha posado concretamente en los arenales ferrolanos de Doniños, Covas y Esmelle.