La infanta Beatriz de Borbón y Battemberg, última hija del Rey Alfonso XIII que aún vivía, falleció ayer a los 93 años de edad en Roma, donde residía desde su boda con el príncipe italiano Alessandro Torlonia. La capilla ardiente de la tía del Rey don Juan Carlos ha sido instalada en el palacio Torlonia, un edificio construido en el 1503 en el centro de Roma, diseñado por Bramante. Los restos de la Infanta permanecerán allí hasta el próximo martes cuando se celebre el funeral «corpore insepulto» en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat de la capital italiana, templo en el que hasta 1980 descansaron los restos de su padre, Alfonso XIII, muerto en el exilio en Roma, en 1941.
El funeral será oficiado por el cardenal Camarlengo, el español Eduardo Martínez Somalo, y actuarán como coadjutores prelados y sacerdotes españoles presentes en Roma. También asistirá el cardenal Antonio María Javierre Ortás, prefecto emérito de la congregación para el Culto Divino. Los Reyes de España y sus hijos, el príncipe Felipe y las infantas Elena y Cristina, así como las hermanas de don Juan Carlos, las infantas Margarita y Pilar, asistirán a las exequias de la tercera hija de Alfonso XIII y hermana de don Juan de Borbón.
Los restos de la infanta Beatriz serán inhumados en el mausoleo que la familia Torlonia tiene en el cementerio romano del Verano y reposarán junto a los de su marido, Alessandro Torlonia, príncipe de Civitella Cesi. Tercera de los cinco hijos de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, Beatriz de Borbón nació en el Palacio de la Granja de San Ildefonso (Segovia) el 22 de junio de 1909. La Infanta llegó a Roma con la Familia Real española en su periplo en el exilio, tras la proclamación de la Segunda República, en 1931, después de pasar por Fontainebleau, cerca de París, y la localidad italiana de Rapallo.