La difusión de la página coincide con la reunión que celebran desde el lunes en Washington los obispos estadounidenses de la Iglesia de Roma para suavizar sus normas sobre disuasión y castigo del abuso sexual para acomodarlas a las indicaciones del Vaticano. La lista con los nombres ha sido elaborada por los fundadores del movimiento «Supervivientes Primero», grupo formado por parroquianos del área de Boston (Massachusetts) que defiende los derechos de las víctimas del abuso desde que estalló el escándalo.
Paul Baier, uno de los promotores de la iniciativa, explicó que los 600 nombres son sólo una porción de los sacerdotes acusados de abuso sexual de menores "más de 2.000", porque sólo se publican los nombres ya desvelados por la prensa o en proceso judicial. «Hemos sido increíblemente cautos», afirmó Baier, quien aseguró que la página también incluirá numerosos casos de acusaciones falsas vertidas en los últimos años contra sacerdotes católicos.
Sin olvidar la gravedad de lo ocurrido, Baier consideró que se ha exagerado en los medios de comunicación la dimensión del problema, dado que, de ser ciertas la totalidad de las 2.000 acusaciones, supondría que el 2'3% de los curas de EE UU son pederastas. La lista ofrecerá información sobre cada caso, con datos sobre la ciudad y diócesis a la que pertenece el acusado, y el resultado, si procede, del proceso judicial llevado a cabo en su contra.
En este último apartado, se incluirán cinco posibilidades: los condenados por abuso sexual, los que llegaron a un acuerdo sin reconocer su culpabilidad, los procesos pendientes por la vía penal, los procesos pendientes por la vía civil y otras situaciones. En algunos casos, se renunciará a publicar el nombre del sacerdote para evitar problemas legales. El presidente de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos reunida en la capital estadounidense, Wilton Gregory, reconoció en la apertura de la reunión que los escándalos sexuales han producido una «seria fractura» en el seno de la Iglesia católica de EE UU.