Kalina, la hija del primer ministro búlgaro Simeón de Sajonia Coburgo, se casó ayer con el investigador español Kitín Muñoz, en las faldas del pico Musalá, el más alto de los Balcanes, en una ceremonia que ofició el obispo católico de Plóvdiv y Sofía, monseñor Gueorgui Yóvchev. Unos quinientos invitados del mundo político y familias reales y de la nobleza europea presenciaron cómo Kalina, acompañada por su padre, apareció vestida con un traje blanco típico de la región de la montaña del Rodope, mientras que Kitín, acompañado por su madre, vestía traje negro oficial.
Entre los invitados destacaban el presidente de Bulgaria, Gueorgui Parvánov, con su esposa Zorka; los ministros búlgaros y todos los hijos de Simeón, con sus respectivas esposas, además de la infanta española Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín. La boda se celebró a 1.300 metros de altura, en una tienda adaptada para servir de iglesia, de acuerdo con el deseo de Kalina, quien, según asegura la prensa búlgara, quería aparecer en una tienda de campaña -que le regaló un amigo de Kitín- en traje negro, pero luego se dejó convencer por su padre y optó por el tradicional color de las novias.
La tienda se instaló en el renombrado balneario de invierno de Bórovets, donde Simeón y su esposa, la española Margarita Gómez-Acebo, poseen un castillo. La ceremonia, con oraciones en latín y búlgaro, fue acompañada por el mismo coro católico que cantó durante la visita a Bulgaria del papa Juan Pablo II en mayo de 2002 y fue transmitida en directo por la televisión privada BTV. La emisión incluyó también una película dedicada a los viajes de Kitín, e historias relacionadas con las bodas de los abuelos y bisabuelos de Kalina.