Organizaciones no gubernamentales dedicadas a la infancia y psicólogos, rechazaron ayer la implantación de microchips a los niños para evitar posibles secuestros, ya que atenta contra su derecho a la intimidad y a la libertad, y genera más alarma de la que pretende combatir.
ONG y psicólogos reaccionaron así a la noticia difundida el martes en Londres de que una pareja británica ha decidido implantar en el cuerpo de su hija de once años un microchip para poderla localizar en el caso de que sea secuestrada, y prevenir así una tragedia como la que les costó la vida a Jessica Chapman y Holly Wells.