Casi 21.000 pararrayos radiactivos han sido retirados en los últimos 15 años, 525 de ellos a lo largo de 2001, según la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA), que ha ofrecido a 470 propietarios de estas instalaciones, la mayoría en Cataluña y Madrid, el desmantelamiento gratuito.
Los pararrayos radiactivos, instalados en la década de los sesenta y setenta, no son más efectivos que los convencionales ni tampoco representan un riesgo para la salud humana, aunque requieren la correspondiente autorización como instalación radiactiva y convendría su desmantelamiento en todo el territorio nacional, según ENRESA.
Si por desconocimiento, dejadez o falta de recursos económicos para instalar uno nuevo, algún propietario lo mantiene, ENRESA, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) y los organismos competentes colaboran para localizar los que aún quedan y ofrecen el desmantelamiento gratuito, ya que no se puede actuar sin su autorización.
Los últimos datos indican que de los 131 pararrayos radiactivos cuyos propietarios han solicitado la retirada, siete está previsto que se desmantelen este verano, y 50 en el tercer trimestre de 2002, mientras que en 74 casos no se ha llevado a cabo por aplazamiento solicitado por el propietario o dificultad de acceso. De estos 131, un total de 32 se encuentran en Cataluña y otros tantos en Madrid, mientras que 11 se reparten en las provincias de Castilla y León y otros tantos en Galicia.