Las noches de los días 11 y 12 de agosto, el cielo de Pamplona, como el del resto del mundo, se iluminarán con el espectáculo astronómico de las perseidas, más conocido como «lágrimas de San Lorenzo» o lluvia de estrellas, que podrá ser contemplado si el tiempo lo permite. La luna se encontrará entre las fases de nueva y cuarto creciente, lo que facilitará la observación.
Como todos los años en estas fechas, desde cualquier punto del planeta se puede ver este espectáculo en su máxima actividad. «Esto se produce porque la Tierra atraviesa en su órbita alrededor del sol una zona especialmente rica de partículas que deja un cometa», indicó Fernando Jáuregui, astrónomo del Planetario de Pamplona.
A su vez, «la fuerte velocidad que alcanza el planeta hace que esas partículas entren con gran velocidad y, al friccionar con las capas altas de la atmósfera, se queman y producen el fenómeno conocido como estrellas fugaces», añadió.
«La órbita del cometa Temple Tuttle se junta en el espacio con la de la Tierra, y al pasar por ese punto recoge parte del material que ha dejado el cometa, que son pequeñas partículas de polvo, las más grandes pesan gramos, y al entrar rápidamente se queman y producen el fenómeno», explicó. Para poder contemplar el espectáculo en buenas condiciones, el especialista aconsejó situarse a partir de la medianoche en lugares donde no haya fuentes de luz cercana, «alejarse de los núcleos de población y carreteras».