La compañía sueca Boliden no pagará la multa de 45 millones de euros impuesta por el Gobierno español como consecuencia de los daños causados por el accidente de su mina de Aznalcóllar, en abril de 1998, rechazando más responsabilidades por el mismo. Dicha empresa cree que fue eximida de responsabilidad en el accidente tras las investigaciones que se llevaron a cabo y considera que éstas señalan a los constructores de la presa derrumbada como los responsables, según afirmó el director ejecutivo de la compañía, Jan Johansson.
Además, la compañía insiste en que ni su central en Suecia ni sus abogados españoles recibieron aún la notificación oficial de la multa por parte del gobierno español. Pese a esto, Johansson anunció que si el gobierno español les confirma una «eventual sanción económica», su compañía no la abonará y recurrirá ante la justicia. «Esto es un proceso de derecho civil, así que debería ir a través de los tribunales si es que hay alguna exigencia al respecto», señaló el directivo.