El ex presidente de EEUU, Bill Clinton, recomendó ayer a los países pobres que negocien con las grandes multinacionales farmacéuticas una reducción de los precios de los fármacos contra el Sida y que, si no lo consiguen, acudan a países intermedios como India o Brasil, que los producen más baratos.
El ex presidente norteamericano, que ha participado en la XIV Conferencia Internacional del Sida, ha dicho estar convencido de que se logrará una vacuna contra el Sida, ha llamado a la sociedad para que se movilice en demanda de ayudas y recursos, ya que de esa manera «los políticos lo tendrán más fácil para presionar a las compañías farmacéuticas» para que rebajen los precios.
También ha afirmado que «los países ricos deben comprometerse a
pagar lo que adeudan» del dinero que han prometido en ayuda en la
lucha contra el Sida.
Tras Clinton, el presidente de Portugal, Jorge Sampaio, ha sido el
más firme a la hora de pedir más ayudas, más recursos y más
compromisos y se ha lamentado de la escasa presencia de líderes
europeos en este encuentro, integrado básicamente por
representantes de países africanos.
Otros líderes como Inder Kumar Gujal, ex primer ministro indio, se ha referido a que muchos países tienen problemas comunes en la lucha contra el Sida porque la tradición y el oscurantismo impiden a los políticos implementar medidas de prevención, y que todavía hay personas que piensan que el sida no es infeccioso ni contagioso.
Por otra parte, un ensayo pionero realizado en trece hospitales españoles confirma que se puede reconstituir el sistema inmunitario de los infectados con VIH si se tratan con Remune, una vacuna terapéutica que se ha desarrollado en EE UU a base de inmunógeno del propio virus inactivado.