La Organización Mundial de la Salud (OMS) se comprometió ayer en Barcelona durante la Conferencia Internacional del Sida a ofrecer tratamiento a la mitad de los infectados antes del año 2005. Así lo aseguró el director del departamento de VIH/SIDA de este organismo, Bernhard Schwartländer. Mientras, ONUSIDA, en un informe publicado de cara a esta conferencia, asegura que una buena parte de los gobiernos de países en vías de desarrollo ha cambiado su actitud y están trabajando para concienciar a la población.
La falta de recursos y la situación que viven los países más pobres es el centro de la reunión internacional del sida donde, dejando aparte las dos nuevas familias de medicamentos que se van a presentar, las devastadoras cifras sobre infectados, muertes y medios materiales de estos países son las grandes cuestiones pendientes en un contexto en el que los países desarrollados ya hablan del sida como de una «enfermedad crónica».
Según Schwatländer, «si los estados con más recursos cumplieran sus compromisos, se podrían evitar hasta 29 millones de infecciones hasta el año 2010, sino podrían aparecer hasta 45 millones de nuevos infectados».
Irene Fernández, una activista en grupos de derechos humanos en Malasia, exigió que los países pobres puedan crear sus propios medicamentos genéricos al igual que lo ha hecho ya por ejemplo Brasil ya que a pesar de que los fármacos con patente han bajado su precio hasta los 50 dólares, «hay personas que ganan menos de un dólar diario».
Mientras, los gobiernos de los países más afectados van haciendo sus «deberes», según se pone de manifiesto el 'Informe Barcelona' de ONUSIDA. Según el texto, presidentes y primeros ministros de Africa, América, Asia, Europa y el Caribe han escuchado sus alertas y están haciendo una labor de concienciación entre la población de sus respectivos países.