El príncipe Felipe se reunió ayer por la mañana en su nueva residencia con la dirección de la fundación que lleva su nombre y por la tarde lo hizo con el Patronato Príncipe de Asturias. Se trataba del primer acto oficial que el heredero de la Corona celebra en su nueva casa, construida en el recinto de La Zarzuela.
El edificio, que se distribuye en cuatro plantas, tiene 1.771 metros cuadrados habitables y ha costado 4.237.135 euros, está ya plenamente operativo para todos los usos, tanto privados como oficiales. La residencia ha sido decorada con cuadros clásicos y contemporáneos, muebles y enseres del Patrimonio Nacional así como con pertenencias, regalos y objetos personales del propio príncipe de Asturias.
La planta baja del edificio, dedicada fundamentalmente a la actividad pública, tiene 568 metros cuadrados y en ella se sitúa el despacho del Príncipe, un despacho para el ayudante, una sala de espera, una biblioteca, un salón oficial, un comedor oficial, una sala de estar-comedor privados, una habitación con aseo y una cocina con «office».
En la primera planta, que ocupa 423 metros, se encuentra el dormitorio principal con dos vestidores y dos cuartos de baño, tres dormitorios con dos baños y un aseo, así como un despacho y un antedespacho.
En el semisótano está la cocina principal para atender comidas oficiales y recepciones, cuatro dormitorios con sus respectivos cuartos de baño, un comedor, una sala de estar para el servicio y un almacén, todo ello suponen 780 metros cuadrados.