Más de la mitad de los homicidas domésticos no habían pegado nunca antes a su pareja, matan a su esposa al hacerla responsable del fracaso de la relación y se escudan en la bebida, aunque no son alcohólicos, según un estudio del Instituto Catalán de la Mujer.
Este es el perfil del homicida doméstico, según una investigación científica de dos años presentada ayer en conferencia de prensa y elaborada por el psicólogo Miguel Angel Soria entre 46 agresores domésticos.
El nivel intelectual, académico y social del homicida doméstico es medio-alto, mientras que el del maltratador es bajo y, por lo tanto, pasan, en apariencia, por ser considerado una buena persona entre familiares, amigos y vecinos.