Un programa de detección precoz del Alzheimer puesto en marcha en el Hospital Clínic de Barcelona ha abierto un nuevo debate ético al encontrarnos ante la posibilidad de saber muchos años antes si una persona padecerá o no una enfermedad que hoy por hoy es incurable.
Varios expertos en bioética subrayaron las ventajas de este avance, aunque alertaron de las posibles consecuencias psicológicas para las personas que se sometan a estos ensayos. En su opinión debe prevalecer en primer lugar la voluntad del paciente por conocer su diagnóstico, el rigor de la prueba y que sea absolutamente confidencial.
El jefe del servicio de Neurología del Doce de Octubre de Madrid, Félix Bermejo, dijo que la posibilidad de predecir en las personas sanas cuáles van a padecer esta grave enfermedad es sólo posible en cerca del 1% de los casos.
Familiares de enfermos de Alzheimer y afectados por esta dolencia consideran «muy positivo» el Programa de Identificación Genética (Picogen) del Hospital Clínic de Barcelona que ha permitido notificar a la mitad de miembros sanos de una familia con dos personas que desarrollaron Alzheimer antes de los 65 años que sufrirán la misma enfermedad en el futuro. A la mitad de sus miembros se les detectó la misma mutación genética que a sus parientes enfermos.
Los familiares consideran que conocer las probabilidades de tener esta enfermedad ayudará a planificarles la vida.