Decenas de miles de personas acudieron anoche a un concierto de música rock y pop en el palacio de Buckingham y acompañaron la conocida canción «God save the Queen» (Dios salve a la reina) interpretado por el guitarrista del grupo Queen, Brian May. Este concierto era, junto con los festejos callejeros organizados en todo el reino, uno de los puntos fuertes de este tercer día de celebraciones de los 50 años de reinado de Isabel II.
Interpretando el himno nacional desde el tejado del palacio real, Brian May hizo vibrar a más de 150.000 personas aglomeradas alrededor del Palacio de Buckingham, que ondeaban la bandera británica y cantaban frente a las pantallas gigantes que retransmitían el concierto.
La fiesta tuvo lugar una vez olvidado el incendio accidental de la víspera, que hizo temer la anulación de esta fiesta histórica. El fuego, cuyo origen sigue sin conocerse, fue controlado rápidamente, y no hubo que lamentar ninguna víctima. Nada indica que sea de origen criminal, según Scotland Yard.
Más de 12.000 espectadores elegidos por sorteo asistieron al concierto en los jardines reales. Decenas de pantallas gigantes estaban repartidas por los parques de Londres y en todo el Reino Unido. Una verdadera procesión de estrellas de la música debían sucederse en el escenario: Paul McCartney, Elton John, Eric Clapton, Phil Collins, Rod Stewart...
Los príncipes Guillermo, Enrique y su padre, el príncipe Carlos, llegaron también al camarote real poco antes del concierte. El heredero del trono estaba acompañado también por Camilla Parker, cada vez más presente en los actos oficiales de la familia real. La soberana, de 76 años, también acudió al final del concierto.
Estaba previsto que Isabel II subiera al escenario para saludar a los artistas aunque los portavoces reales no confirmaron si finalmente cantaría «All you need is love» de los Beatles con la multitud.