Amina Lawal, condenada a morir lapidada por adulterio por un tribunal islámico nigeriano, ha quedado en libertad provisional para cuidar a su hija hasta enero de 2004, según dictaminó ayer una corte de apelación. El juicio se reanudará el próximo 8 de julio y se espera que el tribunal se pronuncie a partir de ese día sobre la sentencia definitiva.
La instancia judicial ha entrado en una fase de «deliberaciones sustantivas» y probablemente se tomará todo el tiempo que considere necesario antes de emitir veredicto en un caso «tan politizado» como éste, habían señalado fuentes próximas a la defensa. El juez de este caso, que se estudia en la corte suprema de la «sharia» (ley islámica) de Funtua, del norteño estado de Katsina, aprobó la petición de los abogados de Amina para que ésta pueda regresar a su aldea para atender a su bebé, nacida en noviembre del año pasado.
El tribunal ordenó asimismo que la mujer quede a cargo de los hombres de su familia, quienes tienen la responsabilidad de asegurar que regrese el próximo 8 de julio a la corte para escuchar el veredicto sobre su apelación a la condena de pena de muerte que le impuso un tribunal de primera instancia el pasado marzo. Amina fue sentenciada a la pena capital tras admitir que quedó embarazada después de divorciarse de su segundo marido, lo que la convierte en una «adúltera», según la sharia.