La ministra presidió ayer la reunión de la Conferencia Sectorial de Educación, con la que finaliza el debate con las Comunidades Autónomas del documento base de la ley de calidad de la enseñanza, y que ha provocado las críticas de las comunidades socialistas porque consideran que no se han discutido «los grandes temas». La nueva asignatura dará la oportunidad a los escolares que no opten por la Religión de estudiar el hecho religioso desde un punto de vista laico y cultural, así como la formación en valores democráticos y cívicos, dijo la ministra.
Así, se establecerá como alternativa en Primaria y primer ciclo de ESO (de 12 a 14 años) y para reforzar la que ya existe en segundo ciclo de ESO (de 14 a 16) y en Bachillerato, denominada Etica. Del Castillo puntualizó que su departamento estudia si la Religión (que ahora es voluntaria y evaluable aunque sin consecuencias académicas) y su alternativa serían computables o no para pasar de curso en la ESO cuando se suprima la promoción automática, es decir cuando no se pueda pasar de curso con tres asignaturas o más suspensas, tal como prevé la futura ley de calidad.
Sobre la gratuidad del segundo ciclo de Educación Infantil (3 a 6 años), la ministra se remitió a la presentación en los próximos días del primer texto articulado de la ley para anunciar si definitivamente se incluye en la norma. Ante las críticas a esta medida, porque según algunos sectores supondría generalizar los conciertos y no crear más plazas públicas, Del Castillo explicó que «la posición del Ministerio de Educación no es animar a la confrontación entre los centros públicos y los privados-concertados, porque tenemos una perspectiva integradora y ambos constituyen la red pública».
La ministra rechazó que se «reaviven situaciones del viejo
pasado» y huyó de «toda actitud que aliente directa o
indirectamente a la confrontación».
Del Castillo se congratuló de que las discusiones con los
directores generales de las autonomías, en cuatro reuniones a lo
largo del mes de abril en el seno de la Comisión General de
Educación, «han permitido encontrar aproximaciones y puntos de
encuentro» entre su departamento y las administraciones
autonómicas.
Por otra parte, el PSOE criticó la posibilidad de que la asignatura de Religión sea computable y evaluable, medida que, para los socialistas, contribuiría a aumentar el fracaso escolar. El presidente del Grupo Socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Francisco Belmonte criticó que se «de por cerrada» la participación de las CC AA, que tienen plenas competencias en educación, en el trámite de la Ley de Calidad de la Enseñanza y anunció que solicitarán un Debate General al respecto en las Cortes regionales.