Las Organizaciones No Gubernamentales Amnistía Internacional, Greenpeace, Intermón-Oxfam, y Médicos sin Fronteras denunciaron ayer que «más de una cuarta parte de las exportaciones españolas de armamento, se destina a países en conflicto, sumamente militarizados, y que vulneran los derechos humanos». Al presentar en Madrid el informe «Alerta 2002», de la campaña «Adiós a las Armas», que busca el control de las armas ligeras en el mundo, Vicent Fisás, titular de la Cátedra de la UNESCO para la Paz y los Derechos Humanos de la Universidad Autónoma de Barcelona, informó que «el gobierno español no lleva a cabo un estricto cumplimiento del Código de Conducta sobre transferencias de armas», aprobado por el Consejo de la Unión Europea en 1998.
En el primer semestre del año 2001, por ejemplo, «las ventas de armas a Israel por parte de España ascendieron a medio millón de euros», pese a que ese país «incumple flagrantemente todas las disposiciones internacionales en cuanto al respeto de los derechos de la población refugiada o desplazada», dijo.
«En Pakistán la transferencia de armas alcanzó los 242.000 euros, y en Colombia 42.000 euros», agregó. El informe «Alerta 2002» detecta que actualmente en el mundo «hay 19 países con embargos de armas, 55 estados que presentan una situación de alerta en cuanto a derechos humanos se refiere, y en 25 naciones se constatan conflictos armados».