El Consejo de Ministros italiano aprobó ayer un decreto que establece el estado de emergencia para poder afrontar el creciente fenómeno de la inmigración con medidas excepcionales, entre ellas, la designación de un comisario extraordinario que coordinará las acciones. La decisión del Gabinete de Silvio Berlusconi se produce después de que en los últimos tiempos se registrara la llegada de barcos abarrotados de inmigrantes, como el caso del «Mónica» que llegó el lunes pasado a las costas de Catania (Isla de Sicilia) con un millar de personas, en su mayoría kurdos, a bordo. Una llegada de barcos que no es la única, ya que en las últimas horas varios satélites han detectado a cuatro naves con inmigrantes ilegales que navegan por el Mediterráneo y que podrían recalar en las costas de Italia, según fuentes policiales de este país.
Un informe del que dispone el Ministerio del Interior señala que los satélites de comunicaciones han revelado que hay cuatro embarcaciones con numerosas personas a bordo y que se dirigen previsiblemente hacia Italia. Una de las naves ha superado ya el estrecho de Gibraltar y está al sur de las islas Baleares con más de medio millar de personas a bordo, según el análisis de las imágenes de los satélites (más información en la página 20). Los otros tres barcos están en el Mediterráneo oriental, al sur de la península griega, y transportan aproximadamente a unas trescientas personas en total. La Guardia de Finanzas (policía fiscal y de fronteras) y la Armada italiana han mantenido ya reuniones para hacer frente a la eventual llegada de estos barcos con inmigrantes.
Ya el pasado 8 de marzo, otra barcaza se hundió en aguas sicilianas cuando era remolcada, y doce personas murieron y otras cuarenta desaparecieron. En este contexto, y ante la previsión de nuevos intentos de desembarco, el Ejecutivo acordó ayer aprobar un decreto por el que fija el estado de emergencia, un marco legal que hará posible la adopción de diferentes medidas por parte de las autoridades locales con la intención de que puedan gestionar de una manera eficaz y flexible este fenómeno.
El propio Berlusconi reconoció ayer que «la aceleración del fenómeno de la inmigración impone una acción inmediata y coordinada a nivel europeo, con la implicación de todos los gobiernos de la UE, con el fin de adoptar estrategias comunes y eficaces, en especial ante los países en los que se originan los flujos migratorios clandestinos». «Es necesario tomar medidas urgentes para hacer frente de modo adecuado, en el plano organizativo, a la numerosa presencia de extranjeros en situación irregular, recurriendo a la declaración del estado de emergencia», apuntó el jefe del Ejecutivo.