Los primeros días en el tratamiento del linfoma en los ganglios que padece el niño afgano Bashir Hambullah serán «críticos», según anunció ayer el doctor Julián Sevilla, responsable del caso en el Hospital Infantil Niño Jesús, adonde fue trasladado desde el centro sanitario militar Gómez Ulla. El doctor Sevilla indicó ayer tarde en conferencia de prensa que el pronóstico a largo plazo de este tipo de tumores en niños es positivo, «el problema», añadió, es que el caso de Bashir, que padece un «linfoma no Hodgkin», es «particular» y «es rarísimo que encontremos una extensión de una enfermedad como la que tiene».
El médico señaló, no obstante, que el equipo responsable de Bashir «está pendiente de poder completar el estudio de extensión» de la enfermedad «para valorar el tratamiento que se va a realizar». Asimismo, aseguró que si las primeras semanas del tratamiento, que se realizará con quimioterapia, transcurren sin complicaciones «excesivamente importantes», el pronóstico a largo plazo «puede no ser malo».
Sevilla adelantó que la terapia empezará a ser aplicada en un periodo de dos o tres días, en dosis pequeñas por el peligro a que se produzcan complicaciones durante la quimioterapia. El médico indicó que «no hay experiencia prácticamente en ningún sitio» con tumores del volumen del que padece Bashir y agregó que «probablemente es algo que no se ve desde los años cincuenta», aunque matizó que el linfoma es una patología «muy frecuente en los niños».