La propuesta de Bruselas quiere fomentar los concesionarios multimarca, aunque los fabricantes podrán exigir que sus vehículos sean expuestos en una determinada «zona específica de marca» en la sala de exposición e impulsar también las ventas transfronterizas. «Al final del proceso los precios bajarán y serán más homogéneos», aseguró Prodi. Mario Monti, por su parte, indicó que la CE no se ha fijado un objetivo de precios, sino que su meta es crear las condiciones de un mercado único europeo en el sector de automóviles.
En este sentido, destacó que los concesionarios podrán hacer publicidad activa y vender en otros países de la Unión, y que la propuesta para el nuevo reglamento suprime la «cláusula de localización», lo que permitirá a los concesionarios instalar puntos de venta o centros de entrega en otros países. La supresión de la cláusula, aseguró, «es un elemento poderoso para reducir la dependencia». No obstante, aunque el Ejecutivo comunitario insiste en que la falta de competencia es la principal causa de las diferencias de precio de los coches entre los Quince, también está el peso de los impuestos con que se gravan, que son una competencia de cada país.
Mario Monti consideró que «sería beneficioso» que el Consejo de Ministros de la Unión Europea pueda discutir y decidir por mayoría cualificada (sin derecho de veto de ningún país) «áreas limitadas de la política fiscal que son relevantes para el buen funcionamiento del mercado único». «Esta podría ser una de ellas», añadió. Por otro lado, el Ejecutivo comunitario explica que no se ha considerado adecuado forzar a los fabricantes a vender automóviles en los supermercados, pero sí «ha optado por unas normas flexibles que permiten a los fabricantes elegir si también venden coches a los supermercados».
La propuesta de Bruselas ya ha levantado polémica y cuatro comisarios "los franceses Michel Barnier y Pascal Lamy, el alemán Guenter Verheugen y el finlandés Erkki Liikanen, responsable de empresas" han votado en contra de las ideas de Monti tras la discusión en la Comisión. El nuevo reglamento para la distribución de coches debe entrar en vigor el 1 de octubre. Por otro lado, el documento desvincula la actividad de venta de automóviles de los servicios postventa, de modo que todos los concesionarios podrán elegir entre hacer las reparaciones en sus instalaciones o subcontratarlas a otro reparador autorizado, siempre manteniendo la calidad y la seguridad del servicio.