El Plan de Vivienda 2002-2005 prevé un gasto de unos 3.380 millones de euros (562.434 millones de pesetas), que se pagarán hasta 2028, para la realización de casi 400.000 actuaciones en materia de vivienda protegida, rehabilitación y suelo. Durante el 2002 se gastarán 540 millones de euros, lo que supone un incremento del 3'3% respecto al 2001. El ministro de Fomento, Francisco Àlvarez Cascos, explicó que las cifras hasta el 2005 son estimadas y que tanto el número de actuaciones como su financiación podrán variar en función de las necesidades sociales. Según los objetivos estimados, del total de actuaciones previstas, 186.000 corresponden a vivienda nueva, 12.400 a alquileres, 32.000 a viviendas ya existentes, 104.000 a rehabilitación y 64.000 a suelo.
El Gobierno firmará un sólo convenio con cada entidad de crédito para financiar el Plan, y la cantidad de préstamos a conceder se fijará anualmente, así como el tipo de interés efectivo anual, que serán fijado por el Consejo de Ministros. Cascos subrayó que el principal objetivo del Plan, que calificó de «más social» que el anterior, es facilitar el acceso a una vivienda digna a las familias con menores ingresos, los jóvenes y emigrantes. Otro de los objetivos es potenciar la vivienda en alquiler, para posibilitar la movilidad laboral, y mejorar las ayudas a familias con hijos y que tienen a su cargo personas mayores o con minusvalías.
El Plan fija para este año en 623'77 euros (103.787 pesetas) el metro cuadrado del precio básico de la vivienda, lo que supone un incremento del 3'27% sobre el año anterior. El precio máximo por metro cuadrado se fija en 973'08 euros (161.907 pesetas). En el Plan aparece una categoría nueva de municipios singulares, aquellos en los que el precio medio de la vivienda libre está muy por encima del precio máximo de vivienda protegida, para los que el preció máximo será de 1.070'39 euros.
Cascos explicó que las familias que recibirán más ayudas para el acceso a una vivienda serán aquellas con ingresos que no superen 1'5 veces al salario mínimo. Podrán acceder a una vivienda protegida las familias que no superen en 5'5 veces el salario mínimo, mientras que para las familias numerosas este límite será incrementado hasta un 20%, y las autonomías podrán aumentarlo hasta otro 25% en función del precio de la vivienda en su territorio.
Las ayudas se concentrarán en el primer acceso, y en caso de familias numerosas por cambio de vivienda a otra de mayor superficie. Las ayudas a la entrada se destinarán a familias con ingresos no superiores a 3'5 veces el salario mínimo y estarán acompañadas de una subsidiación de las cuotas de amortización de los préstamos que llegará hasta familias con ingresos no superiores a 4'5 veces el salario mínimo. Respecto a la vivienda en alquiler, incrementa la ayuda a la promoción hasta un 20% de subvención y 50% de subsidiación durante 5 años y el 40% durante los 15 siguientes.