El Departamento de Sanidad reconoció ayer que el nivel de mercurio encontrado en la red tarraconense de agua de consumo llegó a alcanzar los 3'1 microgramos por litro, más del triple del máximo admisible fijado por la reglamentación técnico-sanitaria, que es de un microgramo por litro.
La doctora María Luisa Martínez Frías, profesora de la Facultad de Medicina de la Complutense y directora de un estudio sobre las causas de malformaciones congénitas, aconseja a las mujeres embarazadas que piensen que consumieron agua con cantidades de mercurio superiores a lo aconsejado por la OMS, tras el vertido ilegal en el río Ebro, que acudan a su médico para analizar los índices de este metal pesado en sangre y orina.
Sanidad explica que, gracias al sistema de potabilización que sigue el agua captada del Ebro, independientemente de la contaminación que sufrió el río, y que deparó valores de hasta 7'7 microgramos por litro, «la cantidad más elevada de mercurio encontrada en las diferentes redes de agua de consumo fue de 3'1 microgramos por litro».
Sanidad afirma que los valores de la mayoría de analíticas practicadas fueron inferiores a 1'8 microgramos por litro, una cantidad poco importante. Según Sanidad, el pasado cuatro de enero la situación se normalizó en las diferentes redes de suministro. De otra parte, la mancha de aceite detectada el jueves en el Ebro a la altura de Flix (Tarragona) se diluyó por sí sola y no sobrepasó el límite autorizado.