Los negocios de «todo a cien» no parecen tener demasiada prisa, ni mucho interés en algunos casos, en adaptarse con premura a la nueva realidad monetaria de doce países europeos, incluido España. Así, salvo excepciones, la mayor parte de estas tiendas seguían manteniendo ayer, primer día laborable del euro, su cartel exterior y los precios de sus artículos en pesetas, y los dependientes consultados afirmaron que hasta que no desaparezca del todo la peseta no pondrán su equivalencia en euros.
«Preferimos dejar los precios como están y cuando esté acabando el mes de febrero y la peseta se retire del todo, ya los cambiaremos, de todos modos si alguien quiere pagar lo que compre en euros no hay ningún problema», afirmó el propietario de uno de estos singulares negocios que proliferaron hace unos años en todas las comunidades autónomas. El nombre por el que se han hecho famosos, «todo a cien», está condenado a desaparecer y en unos pocos comercios ya ha sido así. En uno de estos casos el viejo cartel ha sido sustituido por el de «todo desde 0'60 euros».
En el caso de otras de estas tiendas, los responsables no lo tienen decidido todavía, pero apuestan por anunciar sus artículos «todo desde un euro». Tampoco los clientes que ayer acudieron a comprar a estas tiendas tienen prisa en estrenar el euro y, en su mayoría, se decantaron por pagar preferentemente en pesetas. También los cambios se devolvían en la moneda española en la mayor parte de las ocasiones.
En todo caso, antes del próximo 28 de febrero todos estos establecimientos de «todo a cien» deberán haber desterrado la peseta y adaptado todos sus importes a la nueva divisa europea. Aunque el ritmo de la mayor parte de estas tiendas será más lento que el de otro tipo de comercios, su destino es el mismo y pronto nos habremos acostumbrado a su nuevo nombre.