Muchas personas desconocen todavía por qué al euro se le llama «euro». Un ciudadano inglés, Norman Eatough, puede decir algo al respecto. En la década de los noventa existía cierta polémica entre los países de la Unión Europea (UE) sobre el nombre que se tenía que dar a la nueva moneda común que sustituiría a las propias de cada país. Norman Eatough se sentía molesto por las continuas discusiones entre franceses y alemanes para decidir si la moneda europea debería llamarse franco o marco.
El 18 de julio de 1995 Eatough envió un escrito al European Monetary Institute (EMI) en el que sugería que la futura nueva moneda podría llamarse «euro». Dos semanas después, el EMI dio a conocer que la futura moneda europea se llamaría «euro». Eatough es originario de Inglaterra, pero trabaja en Lausana (Suiza), en el European Nuclear Research Organisation. Durante estos días ha estado de vacaciones en Mallorca, concretamente en ses Illetes. «Recientemente, he mandado una carta al European Central Bank, sucesor del EMI, para preguntar si tienen conocimiento de la carta que mandé hace seis años», indicó en una entrevista realizada por el «Majorca Daily Bulletin».
«No puedo demostrar nada, pero en mi opinión no es una coincidencia que tras el envío de mi carta se adoptase el nombre de 'euro'», añadió. Eatough sólo quiere que se reconozca que posiblemente la denominación de la nueva moneda europea fue adoptada porque fue sugerida por él.
Este ciudadano británico lleva 37 años viviendo y trabajando en el Viejo Continente. «Ya he conseguido mi primer euromonedero», añadió, para destacar: «Espero que el euro vaya bien, pero pienso que puede haber problemas por el hecho de que se haya impuesto a todo el mundo». Con todo, no se muestra escéptico ante la llegada del euro. «Espero y miro. No soy escéptico, pero miro la gente y pienso que será necesario mucho tiempo para que acabe funcionando», prosiguió Eatough. «Si el euro funciona me parecerá bien, yo sólo le puse el nombre», concluyó con buen humor.