La Comisión Europea manifestó ayer su satisfacción por el comienzo de la circulación de monedas y billetes del euro, aunque consideró crucial y como «la prueba verdadera» lo que ocurra hoy, día 2. «Esperamos que todo vaya bien», dijo en Bruselas un portavoz del Ejecutivo comunitario, quien añadió que con el comienzo el miércoles de las operaciones normales de comercios, empresas y consumidores en general se podrá valorar el funcionamiento de la nueva moneda.
Con la casi totalidad de los comercios cerrados por la festividad del primer día del año, la Comisión comunicó que no se podrá tener una imagen real del empleo del euro más que hasta el primer día de funcionamiento ordinario de la economía de los doce países de la eurozona. Será entonces cuando Bruselas haga circular la información que le suministrarán a lo largo del día 1 las autoridades nacionales de los Estados miembros del euro.
El Ejecutivo comunitario confía en que casi la totalidad de las operaciones se hagan en euros al final de esta misma semana, según explicó el portavoz. «La gente tiene que abrir los euromonederos y usarlos», declaró el portavoz del comisario Solbes, Gerassimos Thomas. La Comisión Europea "en cuyo bar de la prensa ayer se agotó a mediodía el cambio en euros para el pago de las consumiciones" afirmó sin embargo que no dispone de datos sobre eventuales situaciones de escasez de monedas.
De entre los países miembros de la eurozona, esos paquetes con monedas llegaron a agotarse en Irlanda, Portugal y Alemania, por lo que los bancos tuvieron que confeccionar nuevos euromonederos antes de la puesta en circulación oficial de la divisa. El portavoz recordó que el único caso del que se tiene noticia en relación con una escasez de alguna moneda tiene que ver con Francia, que solicitó hace algún tiempo a España el suministro de piezas de cincuenta céntimos de euro. Bruselas ofreció el dato de que en total se vendieron 150 millones de euromonederos, con un total de 4.200 millones de monedas, por un valor de 1.600 millones de euros.