Decenas de miles de personas secundaron ayer la Marcha contra la Ley de Universidades convocada por UGT y CCOO y organizaciones estudiantiles, que pidieron la retirada del texto y opinaron que la ministra de Educación, Pilar del Castillo, no es la persona adecuada para seguir al frente del departamento. Según datos de la Delegación del Gobierno en Madrid y de la Policía Municipal, la marcha, que transcurrió sin incidentes, congregó a unas 50.000 personas, 200.000 según los convocantes, distribuidas en tres columnas que confluyeron en un acto central en la Plaza de España bajo el lema «Por una Universidad Pública y de Calidad. No a la LOU».
La columna principal partió de la Plaza de Callao encabezada por los secretarios generales de CCOO y UGT, Jose María Fidalgo y Cándido Méndez, y los líderes de las organizaciones estudiantiles. Inmediatamente después estaban, entre otros, los líderes del PSOE e IU, José Luis Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares, varios rectores, entre ellos el de la Autónoma de Madrid, Raúl Villar, y la consejera andaluza de Educación, Cándida Martínez. En el acto central, presentado por el actor Juan Diego Botto y por Gran Wyoming, y en el que también intervino una representante de la Asociación de Mujeres Afganas, se leyó un manifiesto conjunto de los sindicatos y de las asociaciones de estudiantes que pedía la retirada del texto normativo y la apertura de un «proceso de negociación realmente participativo» y subrayaba que Del Castillo «ha demostrado que no es la persona más adecuada para seguir al frente de la educación de este país».
El documento denuncia la carencia de un plan de financiación para la Ley, que nace «muerta», es un ataque a la autonomía universitaria y supone un claro retroceso democrático en el funcionamiento interno de las universidades. Además critica que se deje «campo libre a la actuación de las universidades privadas», al tiempo que acusa a Del Castillo de haber demostrado «nula voluntad» de consenso ya que «ha optado por insultar y descalificar» a quienes no comparten sus criterios.
La ministra insistió, en conferencia de prensa en la sede del Ministerio, en que la reforma seguirá adelante pese a la oposición de un «sector inmovilista» y dijo que «continuará trabajando». Subrayó que «ha habido un proceso de diálogo como nunca» y que «llega un momento en que el Parlamento tiene que adoptar una decisión», aunque a su juicio la única forma de contentar a quienes rechazan ahora la LOU sería «no hacer la reforma y eso no es posible». Reiteró que el proyecto no contempla la subida de tasas, la privatización de la Universidad o la reducción de becas, y agregó que en la marcha ha habido «una concurrencia de intereses políticos claros».
Por otro lado, seis personas han sido detenidas por la Policía una hora después de que concluyera el concierto que se celebró en la Plaza de España, que cerraba los actos de protesta contra la Ley de Universidades, por protagonizar distintos incidentes, en los que un policía municipal resultó herido. Según la Delegación de Gobierno en Madrid, dos de las detenciones las practicó la Policía Municipal, después de que resultara herido uno de sus agentes, que recibió un fuerte golpe en la cabeza cuando intentaba repeler la agresión de un grupo de jóvenes, que dijeron pertenecer a Izquierda Castellana y a Cruz Negra Anarquista.