Un paquete radiactivo procedente de Bélgica y que llegó al aeropuerto de Barajas (Madrid) ha desaparecido desde el 8 de noviembre sin que por el momento se conozca su paradero. La empresa Nucliber detectó la desaparición de este paquete con una cápsula de yodo destinado al Departamento de Medicina Nuclear del Centro Oncológico de San Sebastián.
Una vez que se detectó la pérdida, la empresa realizó inmediatamente las reclamaciones oportunas a la compañía Iberia. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informó ayer de que la empresa Nucliber notificó este incidente el pasado 19 de noviembre al CSN.
La fuente perdida es una cápsula de yodo con una actividad de 439'56 MBq. Su actividad es «muy baja» y el periodo de desintegración es de 58 días.