El espía británico Kim Philby, el más célebre de los agentes que la Unión Soviética tuvo a su servicio, pudo recibir órdenes de Moscú para asesinar en 1937 al general Francisco Franco.
Documentos de los servicios secretos británicos (MI5) desclasificados ayer apuntan que Philby, que durante años actuó como doble agente, pudo ser el «joven inglés» al que Moscú encomendó la misión de matar al entonces jefe del bando nacional en la Guerra Civil española (1936-1939).
El documento, un informe del general desertor soviético Walter Krivitsky, revela la trama de la conjura, organizada por Nikolai Yezhov, jefe de la NKDV -la Policía secreta soviética predecesora del KGB- por orden expresa de José Stalin.
Yezhov, conocido como el «enano sangriento» debido a su baja estatura -un metro y medio- y su papel en la muerte de miles de personas durante las purgas estalinistas, ordenó a otro agente, Paul Hardt, encontrar a un inglés al que encargarle la misión.
La supuesta trama para asesinar al general español, sin embargo, nunca se concretó. Según el informe del desertor soviético, «antes de que el plan se terminara de organizar, llamaron a Hardt de vuelta a Moscú y éste desapareció». Philby cubrió para el «Times» la Guerra Civil.