La madrugada de mañana domingo, día 28, acaba el horario de verano y los relojes se retrasan una hora (a las 03.00 son las 02.00 horas), una medida de obligado cumplimiento en la UE para aprovechar mejor la luz solar y consumir así menos electricidad. La nueva ley mantiene las fechas de inicio del «horario de verano» (cuando se adelanta el reloj una hora) y de su finalización (cuando se retrasa), produciéndose el último domingo del mes de marzo y el último domingo del mes de octubre, respectivamente.
La aprobación de la última directiva está avalada por un nuevo estudio sobre su alcance y efectos, encargado por la Comisión. Tras analizar las repercusiones de la medida, desde el ahorro, la salud o las condiciones laborales, el estudio concluye con un balance positivo, tanto en lo referente al ahorro de energía como a las industrias del ocio, turismo y salud pública, ya que los largos atardeceres fomentan el deporte y actividades al aire libre.
En España, el ahorro en iluminación en el sector doméstico por el cambio de hora en los meses en que tiene efecto, de finales de marzo a finales octubre, puede representar un 5%. Si el consumo medio de una familia española es de 3.200 kilovatios hora, el ahorro sería de más de mil pesetas por hogar y más de 10.000 millones de pesetas para el conjunto de ellos. A ello habría que sumar, procedente del sector de comercio y servicios, un ahorro del 3% (más de mil millones de pesetas) en concepto de reducción de consumo de aire acondicionado.