La casi totalidad de los empadronamientos de marroquíes revisados porque se inscribieron cuando sólo se exigía el pasaporte son ilegales, según ha determinado la comisión de revisión creada por el Gobierno de Melilla para evitar posibles fraudes.
La revisión corre a cargo de una comisión de expertos, presidida por el viceconsejero de Seguridad Ciudadana, Rafael Ramírez (PP), y estudia los alrededor de 1.500 empadronamientos de marroquíes que se registraron en Melilla entre junio y agosto de 2000, cuando el anterior Gobierno permitió la inscripción sólo con el pasaporte.
Para Ramírez, esa medida se basó en una «interpretación incorrecta de la Ley de Extranjería», y aseguró que, de no haberla revocado, hubiese originado el empadronamiento «masivo de numerosos extranjeros a quienes no les corresponde».
Recordó que, cuando se autorizó la inscripción con el pasaporte coincidiendo con el proceso de regularización de la Ley de Extranjería, más de un millar de marroquíes acudió en avalancha a empadronarse en Melilla, por lo que el Ejecutivo local y la Delegación del Gobierno decidieron revisar estas solicitudes en previsión de fraudes.