El primer bebé británico genéticamente modificado nacerá a finales de año después de que su madre se sometiera en EE UU a un tratamiento de fecundación «in vitro» prohibido en el Reino Unido, según «The Guardian».
Una mujer británica pretende que éste, su próximo bebé, sirva para hacer un trasplante de médula que necesita su hijo de cuatro años, que padece leucemia. La criatura que nacerá a finales de año tendrá el mismo sistema inmunitario del niño enfermo, un dato que aumenta las posibilidades de éxito de la operación de trasplante.
Sin embargo, el tratamiento es polémico y no cuenta con la aprobación de toda la comunidad científica porque implica la eliminación de aquellos embriones que no contengan el código genético adecuado.
Su esposo negó que se trate de un bebé de diseño: «Los dilemas éticos son muy fáciles de resolver "dijo" cuando no te afectan este tipo de problemas». Para la pareja, el nacimiento de la criatura es el último recurso para salvar a su hijo. «Por lo menos, podremos mirarnos a los ojos y decir que había algo que se podía intentar y lo hicimos», comentó la madre.