La medida aprobada ayer por el Consejo de Ministros afectará a más de un millón de vehículos al año, hasta el 2006 y contará con un presupuesto de 43.746 millones de pesetas (263 millones de euros). El Plan Nacional de Vehículos al Final de su Vida Útil o VFU 2001-2006, aprobado ayer a propuesta del Ministerio de Medio Ambiente, Jaume Matas, establece la gestión del vehículo como un conjunto de residuos y precisa la descontaminación (separación y reciclado independiente de los componentes que tienen la condición de residuos peligrosos), la reutilización y el reciclaje de los materiales.
Además, establece la creación de una red de Centros Autorizados de Recepción y Descontaminación (CARD) que cubra todo el territorio nacional y donde se depositarán los vehículos fuera de uso. En estos centros se descontaminarán y eliminarán líquidos y gases y se separarán todos los materiales del vehículo para que cada residuo sea enviado a un gestor especializado para su reciclado o reutilización.
Los fabricantes, vendedores y aseguradoras deberán asumir la obligación de recuperar y valorar los VFU, de forma que el coste para el propietario final sea nulo. El Ministerio de Medio Ambiente asegura que el parque automovilístico español es relativamente viejo, dado que el 40 por ciento de los turismos en circulación tienen más de diez años. La mayoría de los vehículos del mercado español están constituidos en un 75 por ciento por metales que son reciclables como chatarra, según Medio Ambiente, que recuerda que casi todos los materiales extraíbles son reciclables.
Hasta ahora los VFU originados en España se gestionaban de forma «insatisfactoria», ya que «generalmente eran entregados en instalaciones de desguace». Se calcula que existen unas 3.500 instalaciones de este tipo ilegales y sin control ambiental y algunas de las piezas o componentes de estos vehículos eran reutilizados sin excesivo control para vehículos viejos y el resto, enviado como chatarra, sin previa descontaminación. Según el Ministerio de Medio Ambiente, los objetivos concretos del plan son aprobar una norma que regule las exigencias y requisitos técnicos y ambientales de los CARD y recoger y valorar en estos centros al menos el 80 por ciento de VFU en 2002 y el cien por cien de los que estén fuera de uso en el 2006. Además, se pretende reutilizar y valorar al menos el 85 por ciento en peso de los vehículos fuera de uso antes del 2005.